Y esque cuando uno va caminando por la calle tan tranquilo como si nada y te llegan quien sabe por dónde. Cuando menos lo esperas te dejan como al pobre de fabiruchis, oígame no.
La diferencia es que uno estaba solito en un hotel, y del que yo hablo estaba en el meritito corazón de reforma, a plena luz del día y rodeado de policías.
¿Cómo es posible? pues vivimos en la ciudad de la desesperanza o ¿no? Las causas perdidas están a flor de piel, y me acordé del blog de Mariana (Jarraz). A una joven estudiante le sacan una pistola, a un señor de la casi tercera edad le dejan la cara como coliflor.
No hay derecho de verdad...
Pero aquí nos tocó vivir, entonces hay que hacer algo al respecto...
¿o no?
La diferencia es que uno estaba solito en un hotel, y del que yo hablo estaba en el meritito corazón de reforma, a plena luz del día y rodeado de policías.
¿Cómo es posible? pues vivimos en la ciudad de la desesperanza o ¿no? Las causas perdidas están a flor de piel, y me acordé del blog de Mariana (Jarraz). A una joven estudiante le sacan una pistola, a un señor de la casi tercera edad le dejan la cara como coliflor.
No hay derecho de verdad...
Pero aquí nos tocó vivir, entonces hay que hacer algo al respecto...
¿o no?
(Foto publicada en esmas.com)