viernes, 14 de diciembre de 2007

Hablando de primeras veces...

Yo recuerdo perfectamente mi primera vez... Estaba en mi cuarto, el clima se parecía a hoy.... Fué un moreno... y estaba ¡caliente! Su aroma era único y recuerdo que sentí su sabor en mis labios. Era terso y delicado. Lo sentí hasta la garganta.. El calor pronto comenzó a subir en mí.

Mi segunda vez fue con un blanco, de hecho era casi lechoso. Pero tenía un cuerpo que me envolvía. Sentía su calor en todo mi cuerpo, y a pesar de su dulzura, me subía al mismísimo cielo.

Mi tercera vez... ¿o fue la cuarta?... No lo recuerdo con precisión, pero era un negro. Sentía cómo se contraían todos mis músculos cuando entraba a mi cuerpo. Lo sentía en mi garganta, en el pecho, y no podía hacer más que cerrar los ojos. La oleada de calor entró de golpe. Duró poco, pero fue delicioso.

Mi quinta vez... o sexta... la verdad es que comencé a perder la cuenta, pero recuerdo que era tostado. Sí, justo con ese maravilloso sabor del café chiapaneco... estaba exquisito. Con un cuerpo que sólo el café puede dar... Con esa amargura que se pierde en el aroma delicioso que emana el café de grano... En fin...

¿Qué más puedo decir? Me encanta el café...