Hoy te quiero menos...

Parece tan lejano el día que te marchaste. Caminaste tan seguro de tu partida que no encontré valor en un sólo milímetro de mi cuerpo para detenerte. Quería gritar que no te fueras pero de mi boca sólo salía silencio. Te fuiste tan de prisa que me fue difícil sostener tu mano. Huiste y me fue imposible lograr que sintieras mi calor cerca de ti una vez más. Quería que recordaras lo que olvidaste tan pronto, pero no quisiste. Ni siquiera lo intentaste.
Lo veo tan a la distancia que parece absurdo el por qué no existe nosotros. ¿Acaso nunca existimos como uno solo en esta historia? Te fuiste... y lo peor es que mis ilusiones se abrazaban a tus pasos cuando te marchabas.

And the list goes on...

Amo la serie de friends y puedo ver los capítulos una y otra vez.

Me gustan las bodas por todo el ritual de arreglo que requiere.

Me sonrojo cuando hablo en público.

Me gustan los peluches.

Tengo un perrito que se llama Toffee y todos los días juego con él.

Me gusta leer libros, pero me cuesta trabajo engancharme en una historia.

Mi día favorito de la semana son los jueves.

Amo la época de invierno y el olor a navidad.

Cuando alguien me regala algo lo conservo, por más insignificante que parezca.

Tengo una obsesión por los zapatos de tacón y las bolsas.

Me gusta ver llover y contemplar atardeceres.

El vino tinto me gusta mucho, pero prefiero siempre los que son más dulces.

Mi familia es lo más importante que existe en mi vida.

Muchas veces parezco ser indiferente, pero es sólo un escudo para no mostrarme vulnerable.

Me gustan las pijamas bonitas.

Olor a tiempo

Cerrar los ojos y desvanecer la lluvia de quejas que se atiborra en los oídos,
como haciendo un tráfico inequívoco de la rutina de todos los días.
Alcanzar la plenitud de la alborada y saborear la paz en cada poro del cuerpo,
como si la piel respirara.
Que la tranquilidad del no existe mañana pueda cubrirme de pies a cabeza.

Cerrar los ojos para escabullirme en una historia que no es la mía,
para enamorarme de la vida y olvidarme del estrés.

Cerrar los ojos sin taparme los oídos para irme lo suficientemente lejos sin desconectar la realidad, como queriendo sin querer vencer el miedo del mañana, del paso del tiempo, de un pasado vacío o de un futuro incierto.

Cerrar los ojos para abrir el corazón a lo increíble y aguzar los sentidos para percibir lo bello y sencillo de este mundo.
Para ver una gota caer al vacío eterno, pero permitirnos capturarla en la imaginación.

Una gota de mí... y mi doble cara

Soy geminis, y como cualquier geminiano tengo características muy peculiares.

Sin embargo confieso que me encanta el chocolate, y los postres son mi parte favorita del menú.

Me aburro facilmente y me cuesta mucho confiar en las personas.

Cuando alguien se gana mi confianza, sé escuchar y ser amigo, aunque también suelo divagar mucho acerca de mi persona (creo que lo llaman egocentrismo).

Me encantan las historias románticas, pero odio el vivieron felices por siempre en un libro.

A pocas personas las considero mis amigos, y me encanta escribir toda la verborrea que vomita mi cerebro en estas letras.

Soy terca y testaruda, pero cuando sé que tengo la razón mantengo mis argumentos.

Me he enamorado algunas veces, pero en ninguna ocasión he amado de la misma manera, ni con la misma intensidad.

Me han roto el corazón en muchas ocasiones y aún así quiero volver a amar.

Me encantaría sentarme a escuchar una historia frente a una fogata, debajo del brillo de la luna y a pocos metros de la orilla del mar.

Me encanta sentir la arena en mis pies y el frío en mis mejillas.

Odio que me llamen Rossy y me molesta que escriban mi nombre con 'S'.

Me encanta dormir, pero últimamente no disfruto tanto el sueño.

Sueño despierta todos los días, en el gym, en la oficina, en el carro o en cualquier momento en el que no esté conversando.

Me cuesta mucho trabajo decir te quiero y te amo.

Me propongo metas y lucho por ellas hasta lograrlas.


Quisiera que mi cuarto fuera de colores y que en una pared tuviera pintado el cuadro de Van Gogh, Starry night... A veces odio mi trabajo,y algunos días lo amo.

Me encanta disfrutar con mis amigos los buenos ratos, y ruego porque en los malos momentos esté alguien cerca.

Me encantan los abrazos (dicen que abrazo rico).

Me gusta besar, me fascinan los labios.

Ya robé un beso y lo volvería a hacer si la ocasión lo amerita.

Me encanta observar a las personas y leer las miradas.

Disfruto viendo los ojos, pero en el sexo opuesto lo primero que volteo a ver son las piernas.

Adoro las fotos de bebés, pero me dan miedo los niños de verdad. Siento que se pueden romper.

Me encanta sonreir y me gusta mi sonrisa.

Adoro bailar cuando nadie me ve y mojarme en la lluvia.

Me da miedo la soledad.

y mañana continuo con la lista.

2558: Dos mil quinientos cincuenta y ocho

Estaba escrito en los astros que pasaría aquel día, como si una gitana hubiera echado la suerte a mi favor.

El sol corrío a esconderse, pero la luna fue testigo del paraiso.

Ella que comprende el frío terrible de la soledad fue confidente del deseo.

Quería quererte, quería besarte, quería sentirte siempre conmigo, deseaba amarte.

Y te vi y me miré en tus ojos, a una hora exacta y en la misma latitud.

Y te vi y sentí tus brazos sosteniendo mi alma, resguardándola de todo sufrimiento.

Te sentí y te besé en silencio, reconocí cada parte de tu rostro, te grabé en mi tacto.

Respiré tu aroma y saboreé tus labios, y cada respiro tuyo me llenaba de vida.

Tu palpitar era acelerado y escuchaba cada compás de tu cuerpo, era una armonía de fuego entre tu sangre candente y el hervor de la mía. Era una armonía de amor y de deseo.

Y te vi y me miré en tus ojos como el último recuerdo.

Fue bello porque era hermoso, fue hermoso porque fuiste tú.

Te odio y te amo

Inexplicablemente encuentras la manera de abrazar mi pensamiento.

Más allá del tiempo, fuera del espacio y sin avisar, tocas mi mente.

Te tengo a pedazos en mi pensamiento y me parece inalcanzable tu totalidad.

Te extraño a mi manera, por segundos, y al respiro siguiente te me olvidas.

Pero es en esos segundos cuando me vuelvo tuya.

Recuerdo lo bello, lo amargo, lo milagroso y lo acordado.

Tiro por la ventana lo absurdo y me quedo con tu esencia.

Te extraño a fuerzas porque ya no quedan recuerdos.

Porque el instante que llegas es fugaz y sin reserva.

Porque te deseo en este instante y te odio en el siguiente intento.

Dejo que la brisa me regrese tu olor y me paralizo.


Te extraño y te sigo amando, pero tú ya me olvidaste.

¿Por qué me recuerdas cuando te arrojo al olvido?

¿Por qué me enamoras cuando me obligo a odiarte?

¿Por qué simplemente no vienes y me robas un beso, para odiarte y amarte como siempre lo he hecho?

Bienvenido a mi mundo

Hace varios meses que te tengo abandonado e inexplicablemente siento la necesidad de revivirte. He sido egoista y me he negado alimentarte, pero al mismo tiempo me he castigado yo sola. Las palabras ocultas que son sólo tuyas las he dejado encerradas y así marchité gota a gota la musa que me hacía renacer día a día.
Hoy retomo las ganas y revivo tus letras, porque paso a paso podré desempolvar lo oxidado del artista que delira en mi interior.

Bienvenido a mi mundo, a mi cabeza y a mi corazón...