lunes, 7 de abril de 2008

Veneno

Una extraña razón que me obliga a respirar;
un hedor que me quema la garganta y me sofoca a contratiempos.
Así lo es. Así será.

Con gotas de arsénico que recorren mis venas. Veneno.
Me quema por dentro, me lleva al éxtasis; mi sed no sacia.
Sangre.

Fuego que deja huella. Me caboniza la carne y los sesos.
Cenizas que viajan al viento, sin fuerza, sin martirio... sin corazón.
Muerte.