sábado, 8 de septiembre de 2007

Y te veo sonriente, como siempre

Te miraba a través de un cristal, helado como tu rostro
Y pensaba e imaginaba tus ojos llenos de brillo
Estabas dormido, como un pequeño niño
que se ha quedado dormido en los brazos de su madre

Te tenía cerca, pero el suave sonido de tu respiración se había ido
Tus ojos estaban cristalizados.. ya no brillaban
Tus manos rígidas y tu tono rosado cada vez se parecía más al púrpura
Intenté hablarte y que me escucharas y el sombrío silencio invadía todo el lugar

Platiqué contigo toda la noche, te abracé como nunca en mis pensamientos
Toqué tus manos heladas como el hielo e intenté calentarlas
Acaricié tus mejillas en forma de un suave arrullo y te repetí lo que sentía
Estabas dormido, sólo dormido.

Imagino la oscuridad de tu descanso y siento miedo
Miedo de toparme con tu vacío
Miedo de buscarte y no encontrarte
Miedo de que el tiempo te borre de mi mente

Te veo dormido, con tu rostro lleno de paz
Te veo feliz y descansando del dolor
Te veo sonriente, como siempre
Porque te veré siempre con el corazón…

martes, 4 de septiembre de 2007

La vida se me va

¡Estoy harta de vivir! Sí, aunque les resulte impresionante lo que están leyendo es verdad. Me refiero a un hartazgo que se hace presente de una forma tan sublime que nadie lo nota, pero está ahí, no se va. Me repulsa el tener que seguir viviendo de la manera en la que lo hago actualmente. ¿A cuántos se les va la vida en la escuela? Sé que no sólo a mí, pero no necesariamente tiene que tratarse de asuntos académicos, no. También vale aquellos que viven para el trabajo y sólo para él. La verdad es que vivir así (como dice el comercial de un producto que según recuerdo es para ir al baño), "no es vida". No reniego del trabajo, ni me quejo por él, pero ¿quién puede pasarse la vida sin dormir, cumpliendo con las obligaciones al pie de la letra? Si de eso se trata la vida, de cumplir órdenes y disfrutar nada, etonces, ya no quiero vivir. Al menos no así.