miércoles, 7 de noviembre de 2012

Confesiones de media noche

La realidad parece disiparse en sueños llenos de ilusiones. Las paredes siguen del mismo color, la radio toca las mismas canciones que recuerdo de hace años y mi cuarto tiene el mismo aroma a frutas y dulce. Podría jurar que el tiempo no ha pasado por esta habitación, y sin embargo, yo no soy la misma.  
     Mis sueños han cambiado, mis deseos y mis metas se han transformado en algo más ambiguo, pero también más ambicioso. Y ahora tú, formas parte de mi vida, y pese a que no te tengo, te siento mío de alguna manera. Es extraño, porque el sentimiento parecería no mermarse a pesar de que tu recuerdo se difumina cada día más; siento como si observase un retrato que lentamente va degradando sus colores hasta dejar tenues líneas casi imperceptibles a la vista.
     En tiempos pasados, te habría confesado que me gustas, o que te quiero; pero en los tiempos de hoy, en los que todo es incierto y la verdad se dice con medias palabras, no estoy segura de que hubieses entendido a qué me refería.
     La verdad ya no sé si se trata de tu recuerdo, de una imagen imagen tuya o es simplemente mi mente ingenua que se inventó una historia para no perder la razón en la monotonía de esta vida.

¿La verdad? No sé si existes.