jueves, 25 de septiembre de 2014

No me pidas nada

Mi mundo está de cabeza y ya no existen mareas que surquen la arena en el fondo del mar. A pesar de que tenía la vista fija hacia el horizonte, pasó; ocurrió lo inimaginable. Antes de cumplir los 30, todo se invirtió como si una fuerza opuesta a la gravedad se apoderara de mi ser; y pese a que todo se percibe tan igual está "patas pa'arriba".
¿Quién iba a pensar que las leyes de la física se iban a ir de paseo y permitirían al caos adueñarse de mi existencia? No entiendo nada, me hablas y es como si exahalaras silencio de tu boca y la tarea vomitiva de llenarme la cabeza de tonterías parece no surtir efecto. Intentas tomar mis manos entre las tuyas y mis manos caen como si las tocara el agua. Y luego, después de una vida, me ilumina una respuesta a manera de pregunta:
Si mi mundo está al revés, entonces no me pidas nada y así, tal vez, seremos felices.