viernes, 14 de septiembre de 2007

Y es que a veces…

A veces tus palabras retumban en mis oídos,
penetrando tan hondo como una daga jamás llegó.
Me lastimas con el simple silencio de tu boca
y me dejas delirante y perdida en un ensueño.

No se precisamente cómo fue, pero me lastimaste.
Clavaste tan profundo cada movimiento de tus labios.
Quisiera decirte que no he llorado, que no me puedes tanto…
Tanto que mis ojos se han llenado de tristeza.

No puedo hacerlo, mentiría porque,
aún cuando las lágrimas no han brotado de mis ojos,
mi corazón ha llorado más que nunca,
siempre en tu vacío, siempre en tu ausencia.

Me dueles tanto corazón
y a veces suenan tan fatídicas mis palabras,
pero no fue por ti… no fue por mí…
no sé por qué razón.

Me obligaste sin pensarlo con tu alma,
con una simple mirada me convertías en tu fiel esclava.
No lo supiste. No porque no se me notara a simple vista,
sino porque no quisiste verlo.

Cerraste los ojos, me cerraste las puertas de tu vida.
Quise entrar y ya era tarde, fuiste más ágil.
Me lastimaste, y decías no pretenderlo,
pero lo hiciste. No sé cómo lo lograste.

Me dueles tanto corazón,
tanto que a veces desearía arrancarte de mi cuerpo
Así mis ilusiones y mis sueños tendrían tiempo
Tiempo para pensar y ponerse en su lugar.

Me dueles tanto, que tal vez nunca más te vuelva a hablar.
Ni siquiera a dirigirte una mirada. No porque no quiera,
sino porque fulminarías en un instante todo este dolor
y sé que lo harías más fuerte, más insoportable.

Ya no quiero, ya no puedo.
Y es que aunque tenga una ideática filosofía del amor,
me acabas de demostrar que todo es cierto.
Lo que otros dicen, lo que tú dices, todo es cierto.

El amor no se hizo para mí,
ni para mí ni para nadie.
Y es que a veces, sólo a veces
Me dueles tanto corazón.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

como dice la canción de Arjona: ¿Por qué es tan cruel el amor?

Anónimo dijo...

Si de nosotros dependiera ser amados, el amor no tendría chiste

Anónimo dijo...

Eres un suerpo prohibido y un pensamiento profano,
con estragos de la noche y un deliz sin corazón...

Anónimo dijo...

Eres un cuerpo prohibido y un pensamiento profano,
con estragos de la noche y un deliz sin corazón...

Anónimo dijo...

El amor no está hecho para nadie, nosotros somos los que estamos hechos para el amor

Anónimo dijo...

Sé por qué escribiste esto...
No te cierres a las posibilidades niña

Anónimo dijo...

Empezaste con esto.. y vas intenseando cada vez más.. jaja