viernes, 27 de agosto de 2010

Miedo

Me asusta verte a los ojos y no encontrar nada, ni rastro de aquel amor ingenuo que llegó a mi vida. Me aterroriza la simple idea de no hacerlo porque el que me importe querra decir que no te he olvidado.
Me siento frente a ti y toco tu pelo rizado y acaricio la suavidad de tu piel. No hay nada, ni siquiera una gota de respuesta a mis caricias.
Me da pavor encontrarte en la calle y no saber disimular que aún siento. No sé si odio pero sé que siento algo.
Me da tanto miedo y me aterra porque puede ser que sólo por unos instantes en mi vida haya encontrado la felicidad, pero por culpa del miedo mismo permití que se me escurriera como agua entre los dedos.
Me doy miedo porque creo que yo sola me he guiado a un lugar sin salida. Me he autosaboteado tanto que ya no sé qué tanto ha hecho el destino porque así sea, y cuánto he aportado yo a mi soledad.
Tengo miedo de quedarme sola, pero me asusta aún más la certeza de saber que la causa de mi sufrimiento está dentro de mí.

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