jueves, 25 de octubre de 2007

Eight, nine, ten...

Paso número ocho: Intolerancia. No deje pasar nada. Cualquier cosa que le incomode hágala saber. No tolere berrinches, caprichos, reproches, reclamos, ni gritos. Usted no está para aguantar escenas de celos ni teatritos; su pareja sí. Si su pareja intenta voltear las cosas, no la escuche, muéstrese enfadado, harto y acuéstese a dormir.

Paso número nueve: Mentir. Mienta constantemente acerca de sus salidas, que su pareja sepa uested miente. Invente pretextos trillados; su pareja es estúpida. No llegue a dormir a la casa y ponga de pretexto su trabajo. Emplee el mismo pretexto una y otra vez.

Paso número diez: Infidelidad. Es cuestión de tiempo. El rumor de su infidelidad no tardará en llegar a oídos de su pareja. Ahórrese la molestia de que le interrumpan un acto; cuando reciba una acusación acéptela con total descaro.

Si el resto de los pasos han fallado este le asegura el éxito para acabar con el amor (al menos para convertirlo en odio).

RECUERDA: Si el paso diez no funciona su pareja no existe.

6 comentarios:

RED SHOES GIRL dijo...

jajajaj.... mi pareja no existe.

Chio, quiero hacer una historia en correlación contigo que te parece?

Rocío del Mar dijo...

uhhh sería muy interesate bego..

Estefanía Brandenstein dijo...

Yo quiero leer eso!!!!
Como la esperanza de Bego, con el realismo de Chio...



Suena bastante interesante.

Sheba dijo...

Comentario a los 10 pasos.

El punto de partdia no es la búsqueda del desamor, aparentemente, sino un odio profundo combinado con el deseo de no tener la culpa por apartar al otro (a). Decír, yo no te abandono, peeero...te doy todas las herramientas para que tu lo hagas...Personalmente no soy fan de eso

Francisco dijo...

Creo que si yo estuviera en esa situación, simplemente sería directo y le diría "Sabes que, o lo hacemos funcionar o bye". Lo sé, no es algo que me encante de mi personalidad el hecho de que muchas veces ignoro rodeos que pueden importantes. Pero creo que tienes razón, todos esos pasos, aunque involuntarios, tienen el resultado deseado casi siempre.

Mariana dijo...

Yo voto por la historia Chio-Bego.

Estaría llena de pasión, amor... y zapatos.